lunes, 7 de julio de 2014

DÍA 7 DE JULIO 2014.- Las primeras áreas de excavación.


Los tres primeros días de excavación, además de limpiar vegetación y barrer el campo, hemos realizado un gran corte de unos veinte metros de longitud en sentido norte-sur en la parte oriental del yacimiento.
Su objetivo era doble. En primer lugar, trabajar en un espacio despejado, y en principio sin excesivas complicaciones, para que los peones, nuevos en esto de la Arqueología (cada año los contratos varían por razones de equidad social entre los muchos candidatos de Cabra) aprendieran y practicaran las nociones básicas del trabajo en arqueología: limpieza en el proceso, de trabajo, no amontonar tierra, no hacer hoyos, distinguir la cerámica y otros objetos mezclados con los terrones, etc.
Como les explicábamos a los nuevos el primer día, el trabajo de campo es en cierto modo como una operación quirúrgica, donde el campo operatorio debe estar siempre limpio, despejado de posibles fuentes de contaminación externa, y con equipos de aspiración y barrido que mantengan la herida que hemos abierto limpia y bien visible, para que el equipo que hace la operación vea siempre bien qué está haciendo, y que órganos se van abriendo a medida que se entra en el cuerpo.
En este sentido, la capa superficial del yacimiento es como la piel del cuerpo, y una vez retirada empiezan a verse músculos, tendones, huesos, arterias, órganos… con la diferencia de que en la excavación no sabemos de antemano por dónde van a estar los muros, suelos, derrumbes, canalizaciones. Pensándolo bien, es como si estuviéramos operando a un alienígena, cuya anatomía interna desconocemos.
La segunda razón de este corte ha sido tratar de localizar la cimentación del muro oriental del gran recinto cuadrado, o restos del robo de sus piedras. Pero sobre eso hablaremos mañana. Al final del día, hemos empezado con el objetivo principal de esta campaña de excavación: el interior del recinto…
01 A las 0730 de la mañana la luz es todavía suave, y la niebla casi cubre el cerro. Da gusto trabajar al fresquito… aunque dudamos que vaya a durar. Pero mientras tengamos este buen tiempo (para nosotros, fresco, incluso frío si se puede), bienvenido sea. Antonio y Paco Cañete (el único veterano del equipo, estuvo en 2012 y es un entusiasta de la Arqueología) levantan el nivel revuelto en una zona saqueada por los clandestinos

02 El año pasado, escorpiones. Este, arañas y escolopendras de tamaño king-size. Hay que cuidar dónde se apoyan las manos so pena de tener que acabar, al menos los alérgicos entre nosotros, en Urgencias de Cabra.

03 Hemos tenido la visita, siempre bienvenida, de Hipólito Sanchiz Alvarez de Toledo , profesor de Historia Antigua en la Universidad San Pablo-Ceu, viejo conocido de Eduardo y Fernando, que ya nos ha visitado en Almedinilla, y compañero de Mar Gabaldón, vinculada a nuestro equipo desde el CEU.

04. Nuestros peones son excelentes. Han aprendido rápidamente los rudimentos de la excavación, son cuidadosos y entusiastas. Aquí vemos cómo los dos Rafaeles (¡cómo no!) ya recogen todo aquello que puede ser un resto, y se lo entregan a Mercedes. David, con la espuerta, esper para recoger la tierra anter de que se acumule.

05. La esquina noreste del recinto, desmontada ya en la antigüedad y antes de la ocupación islámica, plantea más problemas de lo que al principio parecía. Eduardo y Antonio discuten la estratigrafía de los elementos constructivos. Todo el pedregal que se ve es en realidad el relleno interior de una muralla de más de dos metros de grosor… pero tiene sus misterios.