miércoles, 4 de septiembre de 2013

Día 3 de Septiembre.- Velocidad de crucero


Han pasado solo dos días y parece que llevamos meses. Incluso en el hotel Fuente las Piedras, nuestro alojamiento, donde nos tratan de maravilla, nos comentan que parece que fue ayer cuando estábamos, hace un año, en plena faena. La verdad es que el equipo funciona como una máquina compleja pero bien engrasada, y ya estamos trabajando a ‘velocidad de crucero’ en todas las complejas fases del desarrollo de una excavación. Incluso ya hemos tenido nuestra primera sorpresitas en el campo.

Foto 1.- Este año, y gracias a las esforzadas gestiones del Ayuntamiento de Cabra,  el equipo se ha reforzado sustancialmente, doblando el número de trabajadores y el de voluntarios. Ya los iremos presentando. Aquí estamos casi todos, en la sagrada pausa matinal del bocadillo de las once de la mañana, de buen ánimo.

 
Foto 2.- Una de las primeras tareas de ayer y de hoy ha sido desplazar y clasificar un gran número de bloques de piedra, algunos enormes, extraídos el año pasado de los niveles de derrumbe del recinto interior. La idea es, por supuesto, que eventualmente se podrán restaurar partes del mismo. Es imposible –o imposiblemente caro- subir maquinaria adecuada a la cima del cerro, de modo que es la masa muscular (reforzada este año con más incorporaciones) la que se encarga de stos traslados, con cuidado de no dañar personas o cosas. Bobis, en primer plano y calculando las distancias y obstáculos, es uno de los entusiastas peones del año pasado, ya un veterano.

 

Foto 3. Este año la tarea más importante y  llamativa es la excavación del muro meridional del recinto interior, que parece estar en excelente estado de conservación. Con ello habremos despejado los tres lados mejor conservados del gran cuadrado de fortificación ciclópea. El sol, ya inmisericorde desde primeras horas, alumbra el rápido avance del trabajo. Se ha retirado una capa superficial, resto de la actuación de excavadores clandestinos antiguos,   y la tierra del antiguo nivel de superficie. Ya aparecen los bloques del derrumbe del muro, lentos y costosos de excavar. El bidón de agua en primer plano (que por cierto debiera estar a la sombra, ya desaparecido el tradicional botijo que aguantaba lo que fuera), y los instrumentos de topografía al fondo, son acompañantes inseparables de los trabajos de campo.

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